Roque. San
    [944](1295-1327)

 
   
 

    Era de Montpellier y a los 20 años, huérfano, repartió sus abundantes rique­zas a los pobres y se dedico a la vida contemplativa. Antes quiso peregrinar a Roma. Encontró en su camino la peste y se dedicó a atender por varias ciudades a los apestados.
    El mismo contrajo la enfermedad y se retiró a una soledad donde le llevaba pan un perro (el perro de S. Roque). Asistido por Dios, fue curado. Murió al regresar a Montpellier y ser tomado preso por el gobernador que lo acusó de espía y lo mantuvo cinco años prisionero.
    Descubierta su identidad, su sepulcro se convirtió en centro de milagros y peregrinaciones. Canonizado por Urbano VIII el 4 de Julio de 1629, se le invoca como patrono de peregrinos y protector contra la peste.